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Béisbol y negocios: un idioma común
Como si de un capítulo de Freakonomics se tratase, en este artículo abordaré lo que a mi parecer tienen en común el béisbol y la vida laboral. Por: Belén Hernández.
Hace un mes estuve en San Diego, California, viendo a los Padres, el equipo de béisbol originario de la ciudad. Recuerdo jugar al béisbol en el colegio y seguir unas reglas bastante básicas: lanzador tira una pelota y bateador intenta golpearla; strikes y home runs como conceptos clave. Teniendo en cuenta esta corta experiencia, pensaba que el béisbol era un deporte simple. San Diego y los Padres me demostraron que el béisbol está repleto de estrategia, habilidad y coordinación en el campo.
Si eres de los míos y solo conoces un poquito de este deporte, te invito primero a aprender sobre los términos del juego. De lo contrario, las similitudes no tendrán mucho sentido.
Conceptos fundamentales del béisbol simplificados
Roles: a lo largo de todo el partido los equipos van alternando entre rol ofensivo y defensivo. El equipo que ocupa el rol ofensivo es el que batea, mientras que el equipo en rol defensivo es el que recibe.
Innings: El juego se divide en nueve innings que representan los turnos en los cuales cada equipo alterna entre rol ofensivo y defensivo. Los innings no tienen un tiempo de duración determinado, sino que acaban cuando se eliminan tres jugadores del equipo que batea.
Posiciones: Cada equipo, cuando defiende, tiene nueve jugadores en el campo al mismo tiempo. Entre las diferentes posiciones de los jugadores, destaca la de pitcher, que es quien lanza la pelota hacia el bateador del equipo contrario (hitter). Las posiciones en el campo se distribuyen como se muestra en la imagen.
Bases: el campo de juego tiene cuatro bases. Estas son, en orden, primera base, segunda base, tercera base y el plato. Cuando el bateador golpea la pelota con éxito, intenta correr hacia la primera base. Luego, si es seguro, puede continuar hacia la segunda, tercera y finalmente el plato para anotar una carrera.
Strike: es un lanzamiento que el bateador intenta golpear, pero no lo hace con éxito, o que el árbitro declara como un buen lanzamiento.
Ball: es un lanzamiento que el bateador no intenta golpear o que el árbitro declara como un lanzamiento incorrecto.
Out: hay varias maneras en que un bateador puede ser declarado out. Las más comunes son los strikes o que el equipo defensor logre atrapar la pelota antes de que toque el suelo.
Faltas (foul balls): si el bateador golpea la pelota fuera de los límites del campo en los lados, se considera una "falta". Las faltas no cuentan como strikes, excepto cuando haya dos.
Cambios de rol: cuando un equipo tiene tres jugadores eliminados, es momento de cambiar de rol. De este modo, los jugadores que estaban bateando pasan a ocupar sus posiciones en el campo.
Con estos conceptos es más que suficiente para compartir las similitudes que veo con la vida laboral y qué podemos aprender de ellas.
Seis semejanzas entre el béisbol y la vida laboral
Adaptarte cuando toca:
En el béisbol cada jugador tiene su lugar en el campo en rol defensivo, y al cambiar a ofensivo, todos juegan como bateadores. No todos son buenos bateando, pero tienen que hacerlo.
En el trabajo es muy importante saber dónde nos encontramos, cuál es nuestra función y qué se espera de nosotros. Y cuando toque, también es fundamental ser versátil y estar dispuesto a asumir roles diferentes, ya sea tomar una responsabilidad crucial, cubrir a un compañero o enfrentar situaciones en las que simplemente no nos sintamos tan cómodos. De esta forma aportamos mucho al equipo y, quien sabe, tal vez hagamos un home run.
Ser referencia:
Mientras que en rol ofensivo los jugadores se adaptan, en rol defensivo cada uno siempre juega en su posición. Los jugadores se especializan y ejercen un “título” (center field, shortstop, first base...)
En el entorno laboral, la adquisición de habilidades específicas no solo fortalece nuestra capacidad de abordar ciertas situaciones, sino que también nos convierte en especialistas y activos únicos para nuestra empresa.
Intentarlo, equivocarte y tener otra oportunidad:
Este punto habla de las faul balls. Aunque se considera una falta, no se contabiliza como strike. Conseguir tocar la pelota parcialmente tiene menor penalización que no darle.
No siempre es posible tener éxito en el primer intento. La clave es ser resiliente, no ver los fracasos como el fin del camino, sino como una oportunidad para aprender y mejorar. Y por supuesto, siempre intentarlo.
Ser paciente:
Al igual que en otros deportes, en el béisbol los partidos no tienen un límite de tiempo establecido. Si a esto le añadimos que es un deporte pausado, los encuentros pueden hacerse largos. Sin embargo, hay que observar y tener paciencia, las cosas están pasando.
En los negocios tampoco hay que precipitar acontecimientos. Siempre queremos que todo suceda de inmediato. Y muchas veces las cosas están ocurriendo, pero los cambios no son visibles a simple vista.
Adelantarse sin precipitarse:
Cuando un jugador que ha bateado exitosamente está en la primera, segunda o tercera base, trata de adelantar hacia la siguiente. De esta manera, si su compañero también consigue batear, tendrá que avanzar menos distancia hacia la siguiente base. Pero debe tener cuidado, ya que si el equipo defensor lanza la pelota al jugador de su equipo que defiende esa base, este puede eliminarle.
Esto inspira a tomar la iniciativa, anticipando las situaciones, pero haciéndolo de manera cuidadosa y sin apresurarse. Implica actuar con previsión y planificación, evitando cometer errores por impulsividad.
Evaluar, luego accionar:
Este punto y el anterior están bastante relacionados, aunque destacan situaciones diferentes. En este caso, me sorprendió que, cuando un bateador consigue darle a la pelota, primero observa cómo lo ha hecho y luego corre. (¡En el colegio todos salíamos pitando en cuanto golpeábamos!). Mirando a la pelota en el aire evalúa si será un home run, si el equipo defensor la atrapará al vuelo o si puede llegar a la base, y entonces comienza a correr.
Esta semejanza hace referencia a la necesidad de evaluar la situación antes de tomar una decisión importante.
En conclusión, hay que cultivar la capacidad de extraer enseñanzas y encontrar fuentes de inspiración en cada aspecto de nuestro entorno. A veces, estos aprendizajes se presentarán de manera clara y evidente, como lecciones que saltan a la vista. En otras ocasiones, requerirán de un ejercicio más profundo de reflexión y análisis. Esto implica no solo observar de manera superficial, sino también sumergirse en la esencia de las experiencias y situaciones que enfrentamos diariamente.
De esta manera, convertimos cada encuentro, cada desafío y cada logro en una oportunidad valiosa de crecimiento y desarrollo personal y profesional.
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